Un SIDES, debe contemplar además un programa de monitoreo ambiental que permita hacer mediciones comparativas, entre el antes y el después de la puesta en marcha del proyecto, con la finalidad de corroborar el correcto funcionamiento  de sistema de depuración  de acuerdo a las variables y los resultados del diseño. Este programa de monitoreo ambiental representa la garantía de un sistema que fue diseñado para funcionar correctamente, ya que incluso de no ser alcanzado los resultados óptimos, se obligaría al responsable a hacer mejoras en el sistema para lograr los resultados deseados.

En las últimas décadas se han alcanzado resultados muy satisfactorios en la construcción de emisarios submarinos con Tuberías de Polietileno de Alta Densidad (PEAD), por las grandes ventajas que proporciona este material por encima de tecnologías tradicionales, pudiéndose lograr un sistema con costos de inversión más bajos, con la más larga vida útil (por encima de los 60 años) y prácticamente libre de mantenimiento ya que no se corroe ni produce incrustaciones en las paredes internas de la tubería. Esta se instala en el lecho marino por medio de contrapesos de concreto reforzados, repartidos de manera uniforme sobre la tubería y enterrada para protegerla de la acción de las corrientes y del choque de anclas principalmente en zonas de poca profundidad (menor a 10 m).

Para el cálculo de la tubería, se debe contar con los estudios de batimetría y corrientes marinas de la zona donde se instalará el sistema; con la finalidad de calcular la estabilidad de la tubería sobre el lecho marino y garantizar una calidad de agua en el punto de captación (baja de partículas en suspensión). La tubería de toma se construye en varios tramos largos (por ejemplo de 300 m de longitud) y se le colocan contrapesos de concreto reforzados, adosados a la tubería, para luego interconectarlos en el mar;  finalmente es necesario el zanjado de la tubería de tal manera que permanezca enterrada en el lecho marino, sobre todo en profundidades menores a 10 m.

Son diversas las aplicaciones del modelo de “Toma de Agua  de Mar por Sistema de Vasos Comunicantes”, pudiéndose encontrar principalmente en:

• Alimentación de plantas desalinizadoras.
• Enfriamiento de plantas termoeléctricas.
• Alimentación de complejos de piscinas de agua salada.
• Sistemas de aire acondicionados enfriados por agua de mar (SWAC siglas en inglés).
• Sistemas de producción de energía térmica oceánica (OTEC siglas en inglés).

Los tramos largos son conectados entre sí por medio de bridas, tornillería de acero inoxidable y empaques de alta presión, que permiten asegurar la estanqueidad del sistema. Para asegurar una protección adecuada del acueducto, es necesario efectuar un zanjado submarino para enterrar la tubería y dejarla fuera del alcance de las corrientes marinas y de posibles choques con anclas o arrastres con redes de pesca, sobre todo a profundidades inferiores de 10 m en donde se alcanzan mayores magnitudes de corrientes marinas capaces de afectar la estabilidad del sistema.

Para el diseño de un acueducto submarino debe contarse con los estudios de corriente y de batimetría que permitan conocer con detalle las variables necesarias para hacer los cálculos estructurales y escoger la ruta más adecuada para posicionar la tubería sobre el lecho subacuático. Particularmente en los acueductos submarinos (a diferencia de los emisarios submarinos) se debe contar con sistemas de amortiguadores, los cuales forman parte de los contrapesos de concreto para limitar los esfuerzos que puedan producirse por la expansión de la tubería al incrementarse la presión interna del sistema.