Estudios realizados por organismos internacionales sobre protección ambiental, indican que las descargas de aguas residuales al mar por medio de emisarios submarinos y sistemas de difusores, representan una alternativa viable para las ciudades costeras. Estos sistemas pueden aprovechar la capacidad natural de asimilación del mar, que funciona como una planta de tratamiento sin producir ningún impacto indeseable en las agua marinas.
Venezuela es uno de los países de latinoamérica con mayores sistemas de emisarios submarinos, por contar con muchas poblaciones ubicadas en zonas costeras. Igualmente, es pionera en el desarrollo de planes de saneamiento marítimo, más que el resto de los países latinoamericanos. No obstante, la mayoría de esos emisarios fueron construidos con tuberías de acero al carbono (comúnmente llamado hierro), por carecer en primer momento de un material diferente; y posteriormente, por desconocimiento de las bondades que ofrece el polietileno de alta densidad (PEAD), utilizado ampliamente en varios países de Asia, Europa, Estados Unidos y Sur América.
Esta situación ya es historia. Desde hace aproximadamente 15 años han emergido empresas que han dado inicio a la instalación de emisarios submarinos en PEAD, muchas de ellas, empresas cuya especialidad ha sido el buceo profesional, pero que han hecho grandes esfuerzos en aplicar sus técnicas para la instalación de este nuevo tipo de tubería submarina.
Es oportuno recordar que la instalación de sistemas de emisarios submarinos requieren del desarrollo de diferentes actividades en el mar, en función de los requerimientos técnicos de cada proyecto, inherentes a: características del sitio de instalación, localización, condiciones marítimas-atmosféricas cambiantes, características de las embarcaciones de trabajo, equipamiento naval especializado, tripulación, buzos y enseres, a los efectos de poder llevar adelante la obra.
Elaborado por: Ing. Sergio Elena de la empresa Elinsubca. www.elinsubca.com
Otras fuentes:
Dirección de intereses marítimos y medio ambiente acuático de Chile.
Caracas, 25 de septiembre de 2012